Marco Teórico

Si bien Grabe y Kaplan en 1991 señalaban como subáreas de la lingüística aplicada la traducción, la interpretación, la evaluación lingüística, la política lingüística, los estándares de la lengua, la patología del lenguaje, la lingüística forense, el uso de lenguajes profesionales y la enseñanza de lenguas (1991:296); hoy en día,  debido al alcance y cobertura de la investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje de lenguas extranjeras, esta área reclama un dominio propio que por su naturaleza concita el interés de psicólogos, pedagogos y lingüistas aplicados interesados en su objeto de estudio: el proceso para la adquisición de competencias en el uso de lenguas adicionales a la materna en sistemas convencionales o a distancia con el apoyo de diversos medios y recursos digitales o de otro tipo. El estudio de este proceso incluye tanto la formación docente como el diseño curricular, de cursos y el desarrollo de materiales en distintos formatos.

Dada la complejidad de nuestro objeto de estudio es posible utilizar muy diversos métodos y técnicas, acordes al objetivo de la investigación, el problema del que surge, el ángulo que se desea abordar y desde luego la experiencia, postura y formación del investigador.

Bisquerra (1989) explica que según el proceso formal las investigaciones siguen alguno de los tres métodos: deductivo, inductivo e hipotético-deductivo.

M. deductivo.- ‘Se parte de una premisa general para sacar conclusiones de un caso particular. Sigue el modelo aristotélico deductivo esquematizado en el silogismo. El científico que utiliza este método pone el énfasis en la teoría, en la explicación, en los modelos teóricos, en la abstracción; no en recoger datos empíricos, o en la observación y experimentación” (Bisquerra 1989:61).

M. inductivo.- “Con este método se analizan casos particulares a partir de los cuales se extraen conclusiones de carácter general. El objetivo es el descubrimiento de generalizaciones y teorías a partir de observaciones sistemáticas de la realidad (…) Entre las principales modalidades del método inductivo están los estudios descriptivos, correlacionales, la orientación etnográfica y la investigación acción”. (Bisquerra 1989:62).

M. Hipotético-deductivo.- “A partir de la observación de casos particulares se plantea un problema. A través de un proceso de inducción, este problema remite a una teoría. A partir del marco teórico se formula una hipótesis, mediante un razonamiento deductivo, que posteriormente se intenta validar empíricamente. El ciclo completo inducción/deducción se conoce como proceso hipotético-deductivo.

Por otra parte, las técnicas que se eligen surgen básicamente de tres formas diferentes de concebir la realidad, abordar su estudio y la naturaleza de los datos:
  • concepción cuantitativa que intenta establecer relaciones causales que supongan una explicación del fenómeno conforme al método hipotético-deductivo;
  • concepción cualitativa que busca la interpretación del acontecer educativo y
  • la concepción de una complementariedad metódica que permita lo que Weber proponía: una explicación comprensiva y una comprensión explicativa.
A partir de los métodos y concepciones mencionados encontramos que también hay la posibilidad de utilizar distintas fuentes de información por lo que se puede emprender una investigación bibliográfica, bibliohemerográfica o documental y producir una monografía de compilación o de investigación si es que hay un aporte original. Si bien este tipo de investigación puede constituir solamente un paso previo a la obtención de datos, conviene destacar su utilidad para el avance en la comprensión de los fenómenos educativos.

En cambio, cuando se obtienen datos empíricos de una muestra de la población bajo estudio se trata de un estudio de campo, diferente al que podría realizarse en un laboratorio controlando variables de diversa índole.

Otra forma de visualizar la investigación es conforme a su orientación: investigación orientada a conclusiones e investigación orientada a decisiones Bisquerra (1989), o lo que otros investigadores señalan como i. básica/pura o aplicada, e incluso ‘dos culturas’ distintas (Snow, 1964) que tendrían que ver con lo que Dilthey (1890) concebía como investigación científica e investigación humanística. Coincidimos con otros autores que rechazan las dicotomías anteriores, dada la complejidad y diversidad de la investigación educativa.

A estos dos últimos enfoques Keeves (1997) añade la ‘teoría crítica’ dirigida hacia la acción social.

Ahora bien, de la Torre y Navarro (2003:18) apuntan que ‘el conocimiento obliga a su objetivación, esto es, a su transmisión o comunicación efectuada a través del discurso científico, entendido éste como ‘transmisión ordenada del saber’ en manifestaciones, formas o expresiones distintas o lo que en este trabajo se han llamado géneros textuales.

Por lo tanto, además de optar por alguno de los métodos mencionados y concepciones respecto a la obtención de los datos, para dar cuenta de la investigación que se realiza en el área de las lenguas extranjeras conviene considerar que los métodos de investigación en Educación se pueden clasificar conforme a distintos criterios, sin que éstos sean mutuamente excluyentes: conforme a las fuentes utilizadas, conforme al propósito y grado de abstracción del estudio, según su forma y manipulación de variables, conforme a la naturaleza de los datos y su enfoque.

Coincidimos con la recomendación de Keeves para que el conocimiento generado sea sometido a debate y puesto a prueba con evidencia del mundo real, almacenado y estructurado de una manera coherente para su revisión posterior. Por tanto, el reporte en línea de la primera fase del estudio que se presenta hará posible que los investigadores del país conozcan  los tipos de investigación realizados y los géneros textuales producidos en la zona centro de México.

En este sentido, la elaboración del estado de conocimiento ha puesto en tela de juicio la definición de fronteras entre qué es una lengua extranjera y qué no lo es, qué es hacer investigación y qué prácticas no entran en sus definiciones. Asimismo, ubicamos una falta de articulación entre saberes científicos y saberes prácticos; en el sentido de que éstos últimos no son validados por la institución científica. Consideramos relevante reflexionar, discutir y proponer nuevos procesos de definición de cientificidad y del proceso de investigar en la enseñanza de lenguas.

Para fomentar el debate académico respecto a la definición de fronteras, a la metodología utilizada y a los resultados obtenidos se ha habilitado un foro en el sitio.